La definición más rápida que podríamos dar del acabado apomazado sería la de un pulido sin brillo. Su suave tacto unido al no poseer brillo, lo convierten en un material idóneo para construcción de fachadas modernas de piedra, donde conseguiremos colores muy uniformes y sensaciones pétreas muy interesantes.
Es una piedra para paredes, una piedra natural que casi no lo parece, se consiguen unas fachadas de piedra continuas y lineales, donde la piedra es la protagonista.
Este acabado en baldosas de piedra natural, no se puede hacer en todos los materiales, pues sólo unos pocos nos lo permiten.