El escarfilado es un trabajo que se realiza sobre la superficie de la piedra natural, la maceta golpea el escarfilador, y este a su vez la piedra, a la cual arrancamos una esquirla de la superficie, y así, golpe tras golpe, obtenemos una textura muy similar a la del propio material cuando sale de la cantera. Una superficie abrupta y rica en intensidad de color.
Es una piedra para fachadas, una piedra ruda, fuerte, que imprimirá en el trabajo que realicemos, toda su personalidad.
Muy idónea para zócalos de piedra, muros de piedra, bodegas rusticas, o lugares donde queremos una fácil colocación y un acabado muy natural.
Piedras y Travertino